A todos nos ha pasado: un día, te subes al coche tan tranquilamente, enciendes el motor, das la vuelta a la llave... y nada. El coche no quiere arrancar.
Te encuentras con el coche en modo "nada de nada". No importa cuántas veces gires la llave, el coche simplemente no responde. Y ahí, es cuando las dudas empiezan a asaltarte: ¿Por qué hoy? ¿Será la batería? ¿El motor?
¿Qué hacer en este tipo de situaciones? Lo primero es intentar mantener la calma. Luego, lo segundo: recurrir a tu seguro de coche.
¿Cómo puede tu seguro de coche ayudarte?
Asistencia en carretera: No importa si estás a 50 metros de tu casa o en un lugar lejano. Si tu coche no arranca, el seguro de auto suele incluir asistencia en carretera. ¡Así que no tienes que hacer malabares con el teléfono buscando un mecánico! Llámanos, cuéntanos tu apuro y nosotros te enviaremos a alguien que se encargue de todo.
Coche de sustitución: Si el problema es grave y tienes que dejar tu coche en el taller, está la opción de coche de sustitución. Así que mientras tu coche se toma su merecido descanso en el taller, tú sigues haciendo tus cosas sin perder ritmo.
Cobertura de grúa: Si el coche no se puede mover y el problema es mayor, tu seguro también puede cubrir los gastos de la grúa. Olvídate de más preocupaciones sobre cómo trasladar el coche al taller sin arruinarte en el proceso.
En definitiva, lo mejor es la tranquilidad de saber que no estás solo. Cuando la vida te da sorpresas, contar con un respaldo como el nuestro, marca toda la diferencia.